En ejecución


El proyecto de investigación propuesto se centra en el problema de la mediación cultural y la circulación de ideas en Chile y el Cono Sur entre los años 1930–1950. Desde una perspectiva interdisciplinaria, que conjuga tradiciones propias tanto de la historia intelectual, de la estética literaria, de la sociología de la lectura y de los estudios de género, esta investigación aborda el “problema de la recepción” en diversos contextos en los que figuras mediadoras se convirtieron en actores claves en el proceso de difusión, crítica, transferencia y/o traducción de ideas en el escenario regional. A través del estudio de diversos momentos del campo intelectual nacional y regional de la década de los treinta, cuarenta y comienzos de los cincuenta, buscamos destacar la labor desempañada por estos agentes del ámbito cultural e intelectual, quienes se convirtieron en figuras fundamentales del proceso de recepción de ideas, y cuya labor ha sido muchas veces pasada por alto o minimizada (catalogándolos como intelectuales de segundo orden o satélites) por estudios que han tendido más bien a centrar su atención en las figuras más dominantes del campo cultural o intelectuales faro.

Dentro de este espectro temporal, condicionado por la crisis de la modernidad occidental y por la emergencia de nuevos discursos sobre lo propio, lo americano y lo global, la investigación abordará la labor desempeñada por estas figuras mediadoras centrándose en tres ejes de investigación:
Participan

Profesores

Estudiantes

Stephan Ruderer (Historia), Patricio Arriagada (Historia), Cristián Opazo (Letras), Edilmar Cardoso (Teología)

Valentina Vergara, Vania Navarro, José Tomás Rubio, Tomás Gutiérrez, Francisco Vallejos, Diego Romero

Actividades y contenidos

El 6 de octubre de 1973, las iglesias chilenas protestantes, la Iglesia Católica y la comunidad judía de Chile, dieron vida al Comité de Cooperación para la Paz en Chile (COPACHI), el cual tuvo como misión otorgar asistencia a los chilenos víctimas de persecución política en el contexto de la dictadura militar, siendo así una de las primeras organizaciones dedicadas a la protección de los derechos humanos. Esta instancia, precursora de la Vicaría de la Solidaridad, fue copresidida por el cardenal católico Fernando Ariztía y el obispo luterano Helmut Frenz.

Helmut Frenz nació el 4 de febrero de 1933 en Alemania, país donde creció y fue ordenado como pastor de la Iglesia Luterana. Motivado por su espíritu cristiano y sus ansias de ayudar a los más necesitados, Helmut Frenz llega a Chile en 1965 a la ciudad de Concepción. En 1970, fue nombrado obispo de la Iglesia Luterana y se trasladó a la capital parar ejercer las labores de su cargo. Allí, de acuerdo con la petición del presidente Salvador Allende, quien instó a las iglesias cristianas a entregar apoyo a los refugiados políticos residentes en Chile, Frenz fundó la Organización Ecuménica “Diaconía”. Siguiendo con esta labor, el obispo luterano, en conjunto al Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), funda en octubre de 1973 la Comisión Nacional de Ayuda a los Refugiados (CONAR).

Ferrnando Ariztía

Durante la primera mitad de la década de los 70,

el obispo Helmut Frenz trabajaría en nuestro país en distintas organizaciones ecuménicas abocadas a la ayuda humanitaria de víctimas de persecución política, labor que se intensificaría tras el golpe de Estado de 1973. En estos años, Frenz no sólo se dedicó a organizar distintas instancias cristianas de ayuda, sino que también, sus vínculos a organismos internacionales como la ONU, el Consejo Mundial de Iglesias y Bread for the World, permitieron informar a la comunidad internacional sobre las violaciones a los Derechos Humanos que ocurrían en Chile y gestionar recursos para financiar la labor humanitaria en el país.

No obstante, su implacable labor humanitaria

estaría repleta de dificultades. Al igual que sucedía en el contexto nacional, la Iglesia Evangélica Luterana de Chile (IELCH) se encontraba en un proceso de división interna, marcado por la oposición entre quienes se adherían a la causa de Frenz y el COPACHi y entre quienes se declaraban en contra, a razón de una supuesta asociación entre el Obispo y grupos considerados como “extremistas” para la oficialidad del Régimen. El problema religioso interno escalaría hasta el punto en que el año 1975, el sector “anti-COPACHi” le pediría expresamente a la Junta militar la disolución de la organización encabezada por Frenz, así como la expulsión de sus miembros del país. La orden emitida desde la Junta militar fue la de prohibirle a Frenz y a muchos de sus seguidores el ingreso a suelo chileno, consagrando así lo que se conoce como el Cisma de la Iglesia luterana en Chile.

Durante su exilio en Alemania, Frenz permaneció

en contacto con organizaciones como la Vicaría de la solidaridad o la IELCH, brindando apoyo logístico y financiero a programas orientados en la protección y refugio de las víctimas de la dictadura militar chilena. Además de ello, se desempeñó desde el año 1975 como secretario general de Amnistía Internacional,  denunciando en medios internacionales al aparato represivo de la dictadura, y visibilizando casos como el de Colonia Dignidad. Todo esto le valió para que en 1976 su nombre fuese considerado para la obtención del Premio Nobel de la Paz, y para que tras su regreso a Chile el año 2003 fuese elegido para presidir la Comisión Calificadora de la Fundación Salvador Allende para la reparación de las víctimas de la Dictadura, y posteriormente fuese condecorado con la Nacionalidad por gracia el año 2007.

En el marco de la ejecución de la investigación, los estudiantes del programa de Magíster en Historia Sofía Roldán, Cristóbal Hernández y Jorge Huentelicán, realizaron, durante el mes de julio de 2023, una pasantía de investigación consultando los archivos de las misiones capuchinas.

El Archivo de la Diócesis de Villarrica conserva los documentos producidos por la gestión de la institución desde su nacimiento como Prefectura Apostólica de la Araucanía (1849), y consta de una sección documental y otra fotográfica y audiovisual. Guarda gran parte del legado de los misioneros capuchinos que estuvieron a cargo de la evangelización de la población mapuche hasta fines del siglo XX en el territorio que actualmente comprende las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. La sección audiovisual guarda registros inéditos y fundamentales para el estudio histórico, social y cultural de las interrelaciones generadas con el pueblo mapuche y chileno, y con la población Rapa Nui. Los documentos conservados son esenciales para el estudio y conocimiento de la acción e impacto de la iglesia católica en la zona sur de Chile durante los siglos XIX y XX.